Cómo hacer un compost sin olores
Introducción
El compostaje es una práctica esencial para reducir la cantidad de residuos orgánicos que van a los vertederos, ya que estos generan gases de efecto invernadero y contaminan el suelo. Además, el compostaje ofrece numerosos beneficios para la salud del suelo y las plantas. Sin embargo, muchas personas evitan hacer compost en el hogar debido al temor de olores desagradables que pueden emanar del compost. En este artículo te explicaremos cómo puedes hacer un compost sin olores y disfrutar de todos los beneficios que ofrece el compostaje.
¿Por qué un compost puede tener malos olores?
Antes de discutir cómo hacer un compost sin olores, es importante entender por qué los compost pueden generar malos olores. Los malos olores en el compost son causados principalmente por la falta de oxígeno o una proporción incorrecta de ingredientes en el compost. Cuando un compost no tiene suficiente oxígeno, comienzan a crecer microorganismos anaeróbicos que producen metano y otros gases de olor fuerte. En cuanto a la proporción de ingredientes, añadir demasiado material húmedo y verduras de hojas verdes al compost puede hacer que sea demasiado húmedo y ácido, lo que también puede generar malos olores.
1. Proporción adecuada de ingredientes
Uno de los pasos más importantes para hacer un compost sin olores es tener una proporción adecuada de ingredientes. Para lograr esto, es necesario combinar correctamente materias verdes y marrones. Las materias verdes son los residuos orgánicos más húmedos y ricos en nitrógeno, como los restos de frutas y verduras, el café y los restos de té, mientras que las materias marrones son ricos en carbono y son más secos, como ramas y hojas secas, papel y cartón.
Se recomienda mantener una relación de dos partes de materia marrón por una parte de materia verde. De esta manera, se logra que el compost no esté demasiado húmedo y tendrá suficiente carbono para equilibrar la proporción.
2. Revolver regularmente el compost
Otro paso importante para prevenir malos olores en el compost es revolver regularmente el compost. Esto ayuda a airear el compost, lo que facilita la entrada de oxígeno y la salida de gases malolientes. Se recomienda revolver el compost al menos una vez por semana.
3. Mantener húmedo el compost
Mantener una humedad adecuada en el compost es vital para su descomposición adecuada, y también puede prevenir el mal olor. El compost debe estar húmedo, pero no demasiado mojado. La humedad ideal para el compost es del 40% al 60%. Si el compost está demasiado seco, puede añadir un poco agua, y si está demasiado húmedo, puedes añadir un poco de materia marrón seca.
4. Evita añadir ciertos elementos
Algunos tipos de residuos orgánicos pueden causar malos olores en el compost y deben evitarse. Al añadir este tipo de materiales al compost, es probable que descompongan de manera anaerobia y generen mal olor. Estos incluyen lácteos, carnes y huesos, productos grasos y aceitosos, heces de mascotas y residuos del jardín tratados con pesticidas o químicos.
5. Usa un compostador adecuado
Finalmente, es importante usar un compostador adecuado para evitar malos olores. Existen diferentes tipos de compostadores en el mercado que están diseñados para optimizar la relación de aire, humedad y materiales en el compost. Si no tienes un compostador, puedes crear uno de manera fácil y económica con materiales sencillos. En la web hay tutoriales para hacer compostadores caseros.
Conclusiones
El compostaje es una práctica fundamental para reducir residuos orgánicos, proteger la salud del suelo y reducir emisiones de gases de efecto invernadero mientras provee un excelente fertilizante. Sin embargo, muchas personas evitan el compost en el hogar debido a la preocupación por los malos olores. El mal olor en el compost puede ser prevenido utilizando una relación adecuada de materiales, manteniendo una humedad adecuada, revolviendo regularmente el compost, evitando ciertos elementos, y utilizando un compostador adecuado.
La elaboración del compost es una forma de reducir residuos domésticos, generando un fertilizante natural y saludable para la tierra. Además, es una forma de pensar en hacer un mundo más verde y más sostenible en el futuro. Si sigues estos consejos, disfrutarás de un compost sin malos olores.