El compostaje es un proceso natural que permite la transformación de residuos orgánicos en abono para usar en el jardín o huerto. En este proceso los microorganismos descomponen los desechos generando calor y transformando los nutrientes en una forma más accesible para las plantas. Sin embargo, cuando llega el invierno, es necesario tomar algunas medidas para mantener el compostaje activo y en buen estado. En este artículo te explicamos todo lo que necesitas saber para mantener tu compostaje en buenas condiciones durante el invierno.
Durante los meses fríos, el compostaje puede resultar más complicado, ya que la actividad de los microorganismos se reduce por la disminución de la temperatura. Además, es frecuente que la lluvia y la nieve provoquen un exceso de humedad en la pila de compostaje, lo que puede hacer que se compacte y genere malos olores.
Antes de que llegue el invierno, lo mejor es planificar nuestro proceso de compostaje. Para evitar desagradables sorpresas podemos separar los desechos orgánicos más húmedos y los más secos en dos contenedores diferentes, para después ir mezclándolos en la pila de compostaje según sea necesario. Además, podemos disponer de una zona donde almacenar los materiales secos y hojas secas que utilizaremos a lo largo del invierno para controlar la humedad.
Como ya hemos mencionado, mantener una buena relación entre humedad y materia seca es importante para que el compostaje no se compacte ni se encharque. En invierno, con frecuencia la lluvia y la nieve hacen que el equilibrio se rompa, por lo que tendremos que estar atentos. Además, es recomendable recordar que la humedad de la nieve o de la lluvia no cuenta como "agua añadida" al compost, ya que se evapora fácilmente. La mejor opción para mantener controlada la humedad es ir añadiendo materiales secos a la pila de compostaje cuando sea necesario.
El frío también puede influir en la actividad del compostaje. Para reducir el efecto del frío, una opción es rodear la pila de compostaje con materiales aislantes, como paja, hojas secas o ramas, que la protejan del frío y del viento. Además, también podemos cubrir la pila con un plástico si la zona es muy húmeda o si se espera mucha lluvia o nieve.
Por último, otra medida importante para mantener el compostaje activo en invierno es asegurarse de que esté bien aireado. Una buena ventilación permite que se produzca la descomposición de forma más rápida y eficiente, y también ayuda a evitar los malos olores. Para que el aire circule por la pila de compostaje, podemos incorporar varillas o palos de madera y remover la pila con regularidad.
Como ves, mantener el compostaje en buen estado durante el invierno es más sencillo de lo que parece. Con una buena organización, controlando la humedad, el aislamiento y la aireación, conseguiremos que nuestro compostaje siga activo incluso en los meses más fríos.